jueves, 25 de febrero de 2010

Camina en la oscuridad




Actividad adaptada a mi condición de única habitante por esos momentos en casa y a mi sala.

¿Qué te provocó cerrar los ojos? Un estado de alerta usando los demás sentidos para detectar la proximidad de que cosas con las que pudiera chocar.
¿Qué sentiste al caminar con los ojos cerrados por tu sala? Que tenía una nueva forma de relacionarme con el espacio, que tenía que descubrir que tan dependiente soy de uno solo de mis sentidos.
Cuando pudiste moverte sin temor por el salón ¿qué sensaciones experimentaste? Primero me tracé una ruta segura, un caminillo por el cual yo sabía que no habría obstáculos, esto me dio seguridad para seguirme desplazando.
¿Qué experiencias te creó tocarte con tus manos por todo tu cuerpo? Revivir el contacto, un contacto que no tenía conmigo. Descubrir sensaciones, incluso redescubrir mi cuerpo. Durante esos momentos, me tuve y estuve aquí, conmigo y nada más.
¿Cómo evalúan los ejercicios realizados? Los evalúo como importantes para realizarse periódicamente, nos recuerda que somos finitos pero que podemos expandir nuestros límites.
¿Qué tiene que ver este trabajo con las “características de los lenguajes verbal y no verbal”? Creo que tiene que ver con el conocimiento del propio cuerpo y el espacio para que no nos veamos traicionados por estos dos elementos a la hora de comunicarnos también verbalmente.

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