domingo, 11 de abril de 2010

¿Cómo diseñar el traje del otro a mi medida?

Descripción de los objetivos:
Se trata de reflexionar o hacer consiente que no podemos ni queremos, literalmente hablando, meter en una caja hecha a la medida de uno, sin tomar en consideración la opinión del otro, lo que llega a dar como resultado una gran incomodidad para la otra persona y un gran esfuerzo y desgaste para uno.
En raras ocasiones se nos ocurre que si optamos por significar nuestra experiencia -buscar un nuevo significado de la misma- y por generar conductas alternativas a las habituales, la lucha por modificar nuestro entorno para al final ser "felices" o, al menos, en buena medida, disminuir la incomodidad.
Para volver a significar nuestras experiencias, debemos atender a las necesidades que subyacen a nuestros actos y aceptarlas; este hecho nos facilitará comprender y definir de manera diferente nuestras propias percepciones y conductas para procurar los cambios. Esta acción volverá el foco de valoración nuevamente a nuestro interior, pues estaremos más atentos a nosotros que a lo que sucede en el exterior -no olvidemos el binomio de auto aceptación.


Instrucciones específicas:
Para hacer consiente sus relaciones verbales, se apoyarán con el ejemplo que está más abajo para que elaboraren una propuesta de cómo respondería cada uno de ustedes a las relaciones personales, a las experiencias que han descuidado para cubrir ciertas necesidades y comprender, aceptar y volver a significar su interacción, debemos responder a los siguientes planteamientos:
1. Para ello tendrán que escribir un par de interacciones a las que se han enfrentado y así poder intentar utilizar comportamientos alternativos al de "no aceptación". Piensen en ser personas creativas; recurran a sus experiencias y aplicación de sus sentimientos personales para hacer uso de estrategias que les puedan conducir a soluciones y hacer sus prepuestas más abiertas.
2. Experiencias de "no aceptación", resignificación de las necesidades y conductas de ambas partes en la interacción, y propuestas de patrones alternativos de comportamiento personales.
3. No se queden con la postura de: ¡Tú estás mal, yo estoy bien! Como rechazo y proyección. Con frecuencia, aquello que no nos gusta o no nos satisface en otras personas es parte importante de nuestra propia personalidad, pero no somos conscientes de ello.
4. Podemos rechazar en el otro, características que clara y abiertamente también mostramos —sin darnos cuenta—, o bien podemos desaprobar otras que también nos pertenecen pero que se encuentran sojuzgadas en el ámbito de nuestra "sombra" y que son algo que nos "preciamos" de no tener.
5. Haz un análisis reflexivo de los adjetivos propuestos como ejemplo y observa si lo que abajo se afirma se corresponde con tu experiencia. Posteriormente, continúa tu propia lista con aquellas conductas o actitudes que para ti son inaceptables.


EJEMPLO


Rodolfo es un hombre dicharachero y seductor y, por lo tanto, el centro de atención en diferentes situaciones y contextos. Mónica, su esposa, ante esta circunstancia, ha ido cediendo su centro de valoración a Rodolfo, al que ahora necesita para sentirse amada y reconocida. El comportamiento habitual de Mónica, dada la atracción que ejerce Rodolfo en las personas, ha sido de reclamo, de escenas de celos y de perenne demanda de la atención de su esposo, con lo que sólo logra que éste se desespere y enoje al sentirse constantemente criticado y perseguido -al mismo tiempo que, inconscientemente, se siente positivamente retroalimentado por la permanente atención y adoración de parte de su esposa. Un día, Mónica, quien se siente presa de la tristeza y la desesperación, se da cuenta de que su esfuerzo por cambiar las conductas de Rodolfo -que para ella tienen un significado doloroso de egocentrismo- ha sido inútil; se siente cansada y enojada por toda la energía gastada en vano. En este punto, la auto-aceptación de la parte de responsabilidad que a ella le corresponde para que los hechos sean como son, le permite a Mónica resignificar su experiencia e impulsar su autoestima. Al mismo tiempo, este proceso facilita a Mónica resignificar la conducta de Rodolfo y, desde esta perspectiva, encararla de manera distinta: la necesidad de seducir y de ser centro de atracción de su esposo no tienen como motivación lastimarla o agredirla, son comportamientos generados más bien por su necesidad de reconocimiento. Como consecuencia de lo anterior, su seguridad personal y autoconfianza crecen, y hacen posible en Mónica una mayor claridad para optar por nuevas estrategias, y así, enfrentar la situación que tanto la ha venido perturbando. Ella decide actuar de una manera diferente: se comportará amable con Rodolfo y evitará hacerle reclamos y escenas de celos para demandar su atención. Al paso del tiempo, Rodolfo, aún mostrando su misma personalidad, se encuentra, más que nunca, cercano y atento con Mónica. Él se siente algo confundido, pero también mucho más libre, así como muy interesado en los cambios que se están sucediendo en su esposa.
Mi turno:
Alejandro y Ana son amigos desde la secundaria, juntos descubrieron una parte del mundo. Entre música y libros que intercambiaban se creo una burbuja muy cálida que duró lo que su estancia en la secundaria. Al ingresar al bachillerato, tomaron caminos distintos, no dejaron de hacerce llamadas esporádicas y de estar en contacto vía messenger.
Un día, Ana se enteró de que Alejandro tenía novia, y esto la confundió mucho, pues ella creía que ambos eran muy amigos, casi hermanos, y el hecho de ocultar esa relación puso de manifiesto los verdaderos sentimientos de él. Ella le reclamó esta omisión de datos, y se alejó de él por más de un año. Fue algo muy tonto, porque después comprendió que hubo una fallta de comunicación tremenda, en la cual ella sólo resolvió huir.
Después de ese tiempo volvieron a tener contacto, pero ambos habían cambiado, ya no eran los niños que se conocieron en la secundaria, y a Alejandro le costó un poco asimilar a una Ana que aún no conocía. A ella le pasó lo mismo, sistió que estaban en sintonías diferentes, sintió que avanzaban por túneles de cristal paralelos desde donde se miraban sin llegar a coincidir en ningún punto.
Las cosas no estaban bien, hasta que los dos comprendieron que ese túnel sólo se uniría cuando ambos aceptaran que el otro había cambiado, y que podían aprender de ese otro mundo que había germinado mientras cultivabamos el propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario