domingo, 11 de abril de 2010

Formas de lenguaje verbal o de interacción verbal.

1. Elabora una lista de diez nombres distintos de apelaciones de cómo podemos responder ante los sucesos o explicaciones de los demás individuos.
1.Sorpresa
2.Llanto
3.Risa
4.Impacto
5.Tartamudeo
6.Colapso, no tener una palabra para decir
7.Nerviosismo
8.Con un tono de voz elevado
9.Susurrando
10.Hablando rapidamente

2. Argumenta las principales diferencias entre conformismo y autojustificación.
El conformismo es dejar las cosas como están, incluso las malas, es el pensar que estoy bien así cómo estoy, aunque sea mal. La autojustificación es exponer las razones de nuestros errores y desgracias de manera que estás no parezcan tan terribles.

3. Escribe tres ejemplos cotidianos de disonancia cognoscitiva.

" Si hubiera tomado ese metro para llegar temprano a la clase, seguramente habría estado ahí en el momento del choque"
" Voy a dormir un rato antes de seguir con la tarea para hacerla con un mejor rendimeitno cuando despierte"
" Las drogas ya no son para escapar de la realidad, sino para encontrar una mejor" (jajajajajaja)

4. Selecciona de lo cotidiano 3 ejemplos de argumentos retóricos con sus ejemplos.

"Los jueves esa profesora no viene, la tarea es para el jueves, como no vendrá tenemos unos días más para terminarla"
"Así está pasando, lo leí en El Universal"
"La ciencia, según Otilio Flores, es lo que dice Popper, Sabater."

5. Elige dos ejemplos de clímax periodísticos y dos del clímax literario. Para ello utiliza los diarios y algunas novelas que hayas leído en anteriores cursos.

Climax literario


-Et tous nos amours -dijo Oliveira, tirándose en el banco y buscando un cigarrillo-. Esto, vieja, ni Heráclito.

-Tu me fais chier -dijo Emmanuèle, poniéndose a llorar a gritos-. Et tous nos amours -cantó entre los sollozos. Oliveira oyó que los policías se reían, mirándolos por entre las rejas. "Bueno, si quería tranquilidad la voy a tener en abundancia. Hay que aprovecharla, che, nada de hacer lo que estas pensando." Telefonear para contar un sueño divertido estaba bien, pero basta, no insistir. Cada uno por su lado, la hidropesía se cura con paciencia, con mierda y con soledad. Por lo demás el Club estaba liquidado, todo estaba felizmente liquidado y lo que todavía quedaba por liquidar era cosa de tiempo. El camión frenó en una esquina y cuando Emmanuèle gritaba Quand il reviendra, le temps des cérises, uno de los policías abrió la ventanilla y les vaticinó que si no se callaban les iba a romper la cara a patadas. Emmanuèle se acostó en el piso del camión, boca abajo y llorando a gritos, y Oliveira le puso los pies sobre el traste y se instalo cómodamente en el banco. La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, (Et tous nos amours, sollozó Emmanuèle boca abajo), lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia (Je n'oublierai pas le temps des cérises, pataleó Emmanuèle en el suelo) se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato. Que era lo que sabía Heráclito, metido en la mierda, y a lo mejor Emmanuèle sacándose los mocos a manotones en el tiempo de las cerezas, o los dos pederastas que no se sabía cómo estaban sentados en el camión celular (pero sí, la puerta se había abierto y cerrado, entre chillidos y risitas y un toque de silbato) y que riéndose como locos miraban a Emmanuèle en el suelo y a Oliveira que hubiera querido fumar pero estaba sin tabaco y sin fósforos aunque no se acordaba de que el policía le hubiera registrado los bolsillos, et tous nos amours, et tous nos amours. Una piedrita y la punta de un zapato, eso que la Maga había sabido tan bien y él mucho menos bien, y el Club más o menos bien y que desde la infancia en Burzaco o en los suburbios de Montevideo mostraba la recta vía al Cielo, sin necesidad de vedanta o de zen o de escatologías surtidas, sí, llegar al Cielo a patadas, llegar con la piedrita (¿cargar con su cruz? Poco manejable ese artefacto) y en la última patada proyectar la piedrita contra l'azur l'azur l'azur l'azur, plaf vidrio roto, a la cama sin postre, niño malo, y qué importaba si detrás del vidrio roto estaba el kibbutz, si el Cielo era nada más que un nombre infantil de su kibbutz.






Capítulo 36 de Rayuela, Julio Cortázar. El final del lado de acá.

Climax periodístico










El Universal
Domingo 20 de diciembre de 2009

Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, uno de los narcotraficantes más violentos y buscados, murió luego de un enfrentamiento con elementos de la Marina, en uno de los edificios de lujo del fraccionamiento Altitude, en Cuernavaca, Morelos.

Alrededor de las 17:30 horas del pasado miércoles, fuerzas especiales de la Armada de México llegaron por tierra y por aire al condominio donde se encontraban Beltrán Leyva y sus cómplices.

El Jefe de Jefes, como también se le conocía, y un grupo de sicarios encargado de su seguridad, se enfrentaron a elementos de la Marina con armas largas y granadas, en un choque que se extendió por cuatro horas. Finalmente el narcotraficante fue abatido junto con seis de sus cómplices. La acción fue producto de un eficaz trabajo de inteligencia que permitió ubicarlo.

Fuerzas militares y federales mantienen acciones en Morelos para ubicar a más miembros del cártel. Instalaron retenes a lo largo y ancho de Cuernavaca.

Seis días antes, El Barbas había logrado huir del primer intento de captura de la Marina, durante una fiesta en Ahuatepec, Morelos, en la que se encontraban el cantante Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, así como los grupos musicales Los Cadetes de Linares y Torrente.

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