domingo, 11 de abril de 2010

Tus movimientos te delatan en la comunicación no verbal

TRUCOS

Usar los ojos para hablar.
-La persona que mira limpiamente a los ojos de otros es una persona segura, amistosa, madura y sincera.
-Los ojos y la mirada pueden decir tanto porque expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza, inquietud, tensión, preocupación, estimación o respeto.
-A través de los ojos muchas veces se puede saber lo que está pensando el otro y constituyen una ayuda poderosa en la conversación.

Usar las manos de modo adecuado.
-Las manos se pueden aprovechar muy bien para complementar las palabras y dar mayor fuerza a la conversación.
-No utilicemos las manos para distraer a la otra persona.
-Tampoco las usemos violentamente, palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona, pues distrae excesivamente.

Cuidado con lo que tocamos.
-Hay personas que siempre están dando palmadas en la espalda o tocando a los otros en los brazos, como para llamar su atención. Aunque es bueno demostrar cariño, hay que guardar el debido respeto a los demás.
-Muestra tacto al no tocar a la otra persona innecesariamente. Hay quien se siente muy molesto si se le tocan, ten cuidado.
-Tampoco hables o escuches con las manos metidas dentro de los bolsillos porque eso denota indiferencia y mala educación.

Los gestos llegan a denotar impaciencia o aburrimiento.
-Si alguien finge interés en una conversación, la otra persona se dará cuenta muy fácilmente por sus gestos y ademanes.
-Moverse nerviosamente o levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente el reloj demuestra aburrimiento y es una gran falta de respeto.
-Si tienes que mirar la hora, hazlo en el reloj de otro. La actitud física demuestra lo que el ánimo está sintiendo.

Aprender a sentarnos.
-Aprende a sentarte tranquilo y comportarte cuando se escucha.
-Reparte equitativamente el peso de tu cuerpo para no cansarte mientas estás sentado conversando.
-Si te sientas en el borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea posible.
-Si cambias constantemente de posición, estás expresando a gritos que estás aburrido.
-Si mueves incesantemente los pies durante la conversación, tu interlocutor pensará que estás molesto, inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido.
-Instálate en una posición cómoda y descansada que te permita respirar mejor y manejar mejor tu voz.

Control de la mirada.
-Cuando estés hablando con alguien, no estés mirando a todos lados: a la ventana, al techo, al suelo o limpiando sus uñas. Tampoco mires morbosa y curiosamente los zapatos, pantalones, camisa o peinado del que habla.
-Mantén el contacto ocular, pero sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos. De todas formas, si quieres fijar la mirada durante mucho tiempo en alguien sin cansarte psicológicamente, mira su entrecejo. Para el otro(a) no hay diferencia.

Control de las expresiones del rostro.
-¡Sonríe! Intercalar sonrisas cálidas y francas en la conversación transmite confianza, alegría y buena disposición. Sin embargo, no exageres.
-Sonreír demasiado frecuentemente puede convertir el gesto en una especie de mueca y dar la impresión de que es algo hueco, vacío y fingido.
-Apretar exageradamente los labios puede delatar que tienes dudas o desconfianza acerca de lo que el otro está diciendo o sugerir que no estás expresando realmente lo que piensas o sientes.
Con lo anterior, podemos estar concientes y tener un mejor control de nuestra comunicación. Al armonizar lo que decimos con lo que hacemos, nuestro mensaje será más claro y al no invadir el espacio del otro no habrá obstáculo en lo que él quiera expresar. Todo esto nos ayuda a lograr una comunicación que posibilite la respuesta que esperamos en el otro.

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