domingo, 9 de mayo de 2010

Manejo de los sentidos. ¿Cómo escuchar activamente?



Nuestra experiencia y, por lo tanto, nuestros juicios de valor sobre los hechos y las cosas se presentan cuando pretendemos escucharnos activamente a nosotros mismos y a los otros que nos conducen a distintos resultados. Para ello tenemos que preparar distintos escenarios donde se muestren tanto la atención física, como psicológica, Para ello tenemos que ser conscientes de que hacerlo es importante ya que en ella está actuando, sin duda, y esto es nuestra enorme riqueza y al mismo tiempo, nuestra gran barrera para escucharnos y escuchar a nuestro interlocutor activamente.

Si el mensaje nos produce sentimientos de dolor, coraje, culpa, etc., es porque está relacionado con nuestra propia experiencia, más que con lo que relata nuestro interlocutor; el esfuerzo por centrarnos en su vivencia será mayor para ambos. Estar conscientes de lo anterior es indispensable para mantener nuestra escucha activa.

Con todo lo anterior, se desea evitar hacernos responsables de solucionar la problemática que la persona nos plantea. Si la situación planteada nos implica directamente, es idear, si somos actores en dicha problemática, sin dejar de escuchar y escucharnos, debemos asumir con apertura la responsabilidad que nos corresponde.



Actividades. Instrucciones específicas:

Sobre los renglones que se presentan bajo la afirmación, el ejemplo o la acción, escribe tu respuesta, comentario o reacción que en tu comunicación cotidiana se ha dado o se puede presentar.

1).- Redacta tres interacciones comunicativas en las que tu experiencia sea de conflicto. Posteriormente, responde a cada una de ellas como comúnmente lo haces. Escribe la respuesta automática que no facilita la solución del problema, sino que garantiza su permanencia o lo intensifica. Después, atendiendo a las sugerencias arriba señaladas, vuelve a dar por escrito tu respuesta y expresa tu capacidad de escucha activa. Finalmente, vierte tus conclusiones generales acerca de la experiencia.

Empiezo a hablar sobre algo , con un preámbulo algo ambiguo y mi interlocutor, de acuerdo a su experiencia empieza a imaginarse situaciones, y lo que puede ser, desde mi intención una plática sobre cocina, puede al principio parecerle sobre 'algo más interesante'. Respondo: -¡Estás loco!, no se trata de eso, y el interlocutor no me cree por mi reacción exaltada.


2.- ¿Qué emoción, estado de ánimo abierto está en nosotros ante el mensaje? Discrimina, aunque nuestra velocidad de respuesta disminuya, lo que deseamos realmente responder y evita, en todo lo posible, el uso de los métodos desacreditados de comunicación.

Creo que es necesario analizar un poquito esa primera respuesta que queremos espetar, y preguntarnos realmente por qué escogemos eso como resultado de lo que nos dicen.

3.- ¿Me estás escuchando? -¡Claro que te escucho, no estoy sordo!: Detenerme, centrarme, sentirme, responsabilizarme, discriminar y corregir: ¡soy todo orejas!

Poner toda mi atención en el lugar y el momento en donde estoy contigo, así pondré atención a tus palabras y encontrarán en mí un eco que regresa con preguntas y afirmaciones que son producto de lo que has movido en mi mente, porque de verdad te estoy escuchando.



4.- ¡Es increíble, siempre llegamos tarde a todos lados! En lo que das vueltas y más vueltas improductivamente por todos lados como trompo se pasan las horas. ¡Ya estoy hasta el copete de tu impuntualidad, no tienes ninguna consideración para con los demás! ¿No te da vergüenza que siempre seamos los últimos en llegar?

Es un reclamo que pocas veces hará que la persona que lo escuche responda con lo que deseamos, en este caso, el regañado no será más puntual.







5.- La respuesta habitual del interlocutor es: ¡Deja de molestarme que yo también estoy harta de tu incomprensión y tus insultos! En lugar de gritarme y apresurarme, ¿por qué no me ayudas con todo lo que hay que hacer en esta casa antes de salir? Eres un egoísta insoportable, lo único que sabes hacer muy bien es exigir. Continúa con esa cantinela y vas a acabar por llegar muy temprano a todos lados, pero solo.

Esta pareja tiene problemas de comunicación y falta de asunción de la responsabilidad.

6.- Sé que te sientes desesperado y molesto; la puntualidad es para ti un valor primordial que significa respeto hacia los demás. Al mismo tiempo, es cierto que hay muchas cosas que dejar en orden antes de salir de casa, y que esto, para mí, es importante. Quiero decirte que a mí también me molesta y me duele que tú tampoco tomes en cuenta lo que para mí es importante. ¿Qué podemos hacer para tratar de dar una solución al problema y dejar, así, de agredirnos?

Aquí está manifestándose una profunda comprensión del otro.




7.- Continuamente nos damos cuenta de nuestras capacidades que tenemos al comunicarnos con los demás y con nosotros mismos. Pero en la mayoría de ellas no hacemos conciencia de lo que experimentamos, sino hasta que otros nos lo aclaran.

Dentro de la burbuja en la que estamos, sólo los de afuera pueden decirnos qué pasa en realidad, desde su perspectiva.

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